jueves, 18 de septiembre de 2014

Mismo perro, distinto collar


Hola muy buenas, soy David Salvochea, y os presento mi blog. Anteriormente llamado David Rodríguez, a quién desconectaron de la máquina que lo mantenía con vida. Aunque creemos que sigue vivo en algún lugar. 
Soy realizador, y este blog irá sobre todo lo relacionado directa o indirectamente con el mundo del cine. Sí, un blog más sobre cine, qué original!!!.  Aunque con la diferencia de que será sobre el otro cine y siempre desde la perspectiva que dan mis gafas.
Como realizador lo que más me gusta es realizar, como es lógico. Pero no basta con querer, saber y poder. Hoy en día no.
Así que, en esta mi primera entrada, voy a numerar a groso modo los pasos que hay que seguir para poder decir que eres cineasta. Lo cual sigo sin asociar a mi faceta como director o guionista. Pero es lo que hay.
Así que relacionado con tu capacidad o la ausencia de ella, es totalmente imprescindible:
1) Tener un nombre reconocible. Si te llamas igual que trescientas personas que hacen lo mismo que tu lo llevas mal. Te confundirán constantemente con los otros y viceversa.
2) Tener una web. Básico, fundamental, etc... Donde te busquen y vean tus trabajos. Pero principalmente porque queda muy bien decir eso de "visita mi web".
3) Tarjetas de visita. Si, en pleno siglo XXI hay que seguir dando las dichosas tarjetas de visita en todas las bodas-bautizos-comuniones a los que vayas.
4) Estar activo en redes sociales. Cuidado con este punto. Esto es tener un facebook, twitter, tuenti, google+, canal de vimeo y youtube, linkedin, pinterest, instagram, imdb, etc, etc, etc... y publicar en todo momento lo que piensas, lo que comes o lo que acaba de echar tu perro por alguna parte. Martirizar a tus seguidores y amigos con tu vulgar rutina haciendo que parezca superguay.
5) Tener un blog. Esto siempre me ha sonado a "viejuno", tipo tener un tamagochi. Pero no, hay que tener un blog donde publiques artículos jugando a ser un reconocido columnista del New York Times. Hela aquí.
6) No perderse ningún sarao gafapasta ya sea curso, charla, coloquio, encuentro, presentación, premier, etc... y si dan aperitivos mejor. Recuerda vestir moderno para no pasar desapercibido y hablar constantemente de Bergman.
7) Inscribirse en el registro de empresas del ICAA, en la SGAE, en el PNR, en el AMA, el APPA, el ACE, la UC, si eres mujer en el CIMA... y en todo lo que tenga siglas en mayúsculas y tenga que ver con el cine. Depende de quién te lo diga unas serán más importantes que otras. Por supuesto tienes que aprender a solicitar ayudas a la producción, a la distribución, a la formación, etc... y estar pendiente de las convocatorias de todo. Debes tener conocimientos empresariales y de marketing mucho antes que de cine. De hecho no hace falta que sepas absolutamente nada de cine.
8) Y desgraciadamente algunas cosas más, la mayoría de ellas están todavía por inventar pero no os preocupéis, las inventarán. Y serán imprescindibles, tipo "qué hacía yo antes de...". Pues eso mismo.

No se en qué momento se sustituyó el valor de ser competente por el de ser competitivo, pero creo que se está olvidando el verdadero punto para ser un buen cineasta, que curiosamente es hacer cine, y hacerlo bien. Da igual qué, cómo o para quién lo hagas, pero hacerlo, equivocarse, aprender, rehacer, volverse a equivocar, volver a rehacer, terminar lo empezado y empezar de nuevo.
Porque al final de todo lo anterior lo que queda es el mismo perro, eso si, con distinto collar. Tal vez un collar más bonito, más caro, más visible, pero el perro es el mismo. Y el collar no lo convierte en un perro mejor ni peor, por suerte.



Por cierto, bienvenidos.